Estamos en la era del ChatGPT y ya todos lo usamos para tareas tan variadas como escribir un currículum, hacer la lista de la compra o crear un post en LinkedIn.
Y sí, es genial, porque te ahorra mucho tiempo y te ofrece ideas a las que de otra forma podría resultar complicado llegar.
Pero hay dos aspectos no tan positivos de usar la IA para todo:
1. Que perdemos el hábito de pensar y de expresarnos por escrito
2. Que nuestros textos puede que se parezcan a todos los demás
Pero, ¿cuáles son las verdaderas consecuencias de estos dos aspectos negativos?
Pues del primer aspecto creo que está claro.
Cuando no tenemos que esforzarnos por llegar a ideas nuevas nuestro cerebro se hace, digamos, vago y pierde su capacidad de crear algo original.
La creatividad humana es el motor que ha originado no solo las obras de arte más bellas del planeta, sino que también es gracias a la creatividad que inventos tan revolucionarios y significativos como el avión o la lavadora han llegado a nuestras vidas.
Además, la creatividad es necesaria para el bienestar mental.
El ser humano necesita crear.
No importa si es la letra de una canción, un plato riquísimo o una caja de madera para guardar hilos.
Crear proporciona una sensación de satisfacción con uno mismo.
Pero vamos a ver el segundo de los aspectos negativos, que es en el que nos vamos a centrar por corregir en esta mini clase de copywriting.
¿Cómo te puede afectar que algo que hayas escrito con ayuda de ChatGPT se parezca demasiado a lo que están haciendo otros?
La respuesta es contundente: que tu texto no te ayudará a destacar.
Saca tú mismo las conclusiones de esto cuando estamos hablando de un currículum, una página de ventas o un post de LinkedIn.
Por eso en esta clase de copywriting vamos a ver cómo podemos hacer que un texto escrito con ChatGPT se diferencie del resto y sea memorable.
Sustituye palabras corrientes por otras menos comunes
Ya sé que esto contradice los consejos sobre copywriting que has leído mil veces por la redes.
(Aunque yo de ti me creería la mitad o menos de lo que la gente publica en ellas…)
Muchos copywriters te dicen que es mejor utilizar palabras comunes que todo el mundo usa y que tienes que escribir como la gente habla.
Esto no es del todo cierto.
Un estudio referente al idioma español concluyó que de media una persona de 45 años conoce el significado de 30.000 palabras.
En el diccionario de la Real Academia existen 93.000, por lo que una persona adulta es capaz de entender perfectamente un tercio de las palabras del diccionario.
En cambio, en nuestra comunicación cotidiana, una persona común y corriente emplea de media unas 300 palabras. 500 si es una persona más culta.
Aquí no hablamos de las palabras que conoce, hablamos de las palabras que emplea en su día a día.
Esto reduce muchísimo el abanico de posibilidades.
No tienes por qué tener miedo a utilizar palabras que no utilizamos todos los días.
Es más, esas palabras que entendemos pero no utilizamos todos los días se quedan más tiempo en nuestra memoria y hacen que nuestro cerebro ponga más atención.
Te pongo varios ejemplos.
¿No es más memorable decir “mentecato” que “tonto”?
¿O “suspicaz” que “listo”?
¿O “entorpecer” que “hacer más difícil”?
Es que además hay palabras que describen mucho mejor una situación o característica y por lo tanto ayudan al lector a proyectar en su cabeza lo que está leyendo.
Precisamente de esto vamos a hablar más detenidamente en el punto siguiente porque es vital para poder vender por internet.
Pero ahora quiero que este primer punto para hacer tus textos de venta más llamativos y memorables te quede muy claro.
El que una persona utilice 300 palabras de media de forma cotidiana no quiere decir que no aprecie o no entienda textos con otras que no oye mil veces al día.
Más bien ocurre lo contrario.
¿No te pasa que cuando alguien es muy repetitivo dejas de escucharle?
Por eso desde aquí te animo a desprenderte de ese miedo que te han inculcado esos gurús de las redes y utilices todas las palabras que conoces o que te gustan y que crees que pueden describir mejor lo que quieres expresar.
Pinta tan bien como puedas una imagen en la mente del lector
Vender online no es fácil. La gente no puede tocar ni oler tu producto.
Tampoco puede hablar contigo directamente (en un principio) para que le puedas convencer de que con tu servicio resolverá su problema.
Por lo tanto no queda más remedio que ayudarles a imaginarse con tu producto en sus manos.
O que hayas expuesto tan bien todos tus argumentos que les hayas convencido de que tu servicio es lo que necesitan y no les quede ni una duda.
Para lograr esto tienes que crear una imagen muy clara en su mente.
Tienes que describir esa transformación que va a experimentar tu cliente objetivo: del lugar donde se encuentra ahora al que quiere estar y que lo que tu vendes le va a facilitar.
No importa si es un vestido, un curso de inversión financiera o unas vacaciones en Kenia.
Muchos de los textos que vemos online (la mayoría diría yo) no consiguen describir esa transformación.
Porque se quedan en generalidades y lo que importan son los detalles.
¿Qué te ayuda a imaginarte una escena mejor?
Que te diga: “Sumérgete en el jacuzzi”
O que te diga: “Sumérgete en el agua a temperatura perfecta de tu jacuzzi privado, descansa tu cuello en el suave borde mientras saboreas tu bebida favorita y escuchas los sonidos exóticos y sugerentes de la jungla”
¿Te has sentido transportado a ese momento?
No hagas caso de esto que también esos gurús del copywriting te dicen en LinkedIn.
Que tus textos tienen que ser lo más breves posibles.
La verdad es que tienen que ser lo más concisos posible, sí, pero sin escatimar en los detalles que van a acrecentar el deseo del lector de adquirir lo que tú le estás describiendo.
Y ahora me dirás, “pues con una foto vale”
No siempre.
Veamos el ejemplo del jacuzzi.
Imagina que has visto una foto de (como siempre) una mujer joven y bellísima sonriendo como si estuviera teniendo una experiencia sexual (que poco originales son algunos publicistas).
Esa foto muchas veces no es tan potente como una descripción bien hecha de cómo tu posible cliente se va a sentir.
Porque al ver la imagen de una persona tan diferente a él o ella (y tan irreal) puede que le cueste más imaginarse a sí mismo/a allí.
Sin embargo cuando les estás relatando esa experiencia que van a tener, se podrán ver a ellos mismos perfectamente en ese jacuzzi.
¿Me entiendes?
Si no, te pongo otro ejemplo.
¿Te ha pasado alguna vez el estar viendo una película que está basada en un libro que leíste y sentirte totalmente decepcionada cuando ves quien es el personaje principal con el que te habías identificado completamente?
Te habías imaginado a esa persona de una manera completamente distinta a como es ese actor que actúa de una manera forzada y que te da grima.
Y piensas “Joer, me han jorobado la peli”
No eres el único.
La ciencia dice que es mucho más fácil identificarse con un personaje de un libro que de una película.
Hay varias razones para ello pero la que nos incumbe en este caso es esta:
Porque en un libro se centran más en los sentimientos y pensamientos de una persona y te hace conocerla mejor.
Mientras que una peli no puedes evitar mirar a ese actor o actriz y quedarte más en el físico y en las acciones y menos en su interior, en su esencia.
No digo que no puedas identificarte con un personaje de una peli.
Claro que también es posible.
Pero no se da tan profundamente como cuando lees un libro.
Si lo que lees está bien escrito (y puede ser un libro, un artículo o un post en Instagram) te implicas, te identificas y lo haces tuyo.
Imaginas las escenas, les pones rostro a los personajes y haces tuya la historia.
Por eso muchas veces una imagen o un vídeo te decepciona porque no es lo que te habías imaginado y no te llega tanto porque no es “tu historia”.
Por lo tanto tienes que hacer un esfuerzo para pintar de la mejor manera que puedas esa imagen que quieres crear en la mente de tu cliente ideal.
Roba la voz de los clientes
Esto puede sonar un poco heavy pero ahora mismo lo aclaro.
La primera cosa que hago cuando empiezo un proyecto de copy es pasarme horas (si no días) leyendo reseñas, opiniones, testimonios, entrevistas y todo lo que caiga en mis manos con palabras dichas directamente por clientes que dan con el perfil de mi cliente objetivo.
Pueden ser tus propios clientes pero también los de la competencia.
Ellos son los que te van a dar las mejores pistas sobre qué beneficios están buscando, qué pegas ven, qué problemas se han resuelto después de la compra, qué podría haber sido mejor.
Muchas veces encuentras verdaderas joyas.
Gente que describe perfectamente esa transformación de la que hablamos en el punto anterior y que te va a ayudar a atraer más clientes.
Utiliza sus expresiones, sus metáforas, la forma en que describen sus emociones.
Pasa todo el tiempo que puedas leyendo y escuchando opiniones de los clientes porque es la única manera de encontrar esas joyas.
A veces tienes que leer 40 reseñas para encontrar una que contenga esa descripción perfecta de la transformación o esa información valiosísima que necesitabas para poder diferenciar tu producto o servicio de la competencia.
Roba esas expresiones de tus clientes y de los de la competencia y utilízalas en tus textos.
Para cerrar
No tengas miedo de escribir textos más largos, con palabras algo rebuscadas y céntrate en describir con detalles vívidos todo lo bueno que va a aportar tu producto o servicio a la vida de las personas.
ChatGPT está muy bien como base, pero si quieres destacar tienes que convertir esa información plana y repetitiva en algo tridimensional que traspase la pantalla del móvil y conecte con toda esa gente con déficit de atención.
Venga, a por ello.
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